Todo se transforma
No es la primera vez que hay cambios en este espacio desde el que escribo. De vez en cuando toco algo menor (el tema, algún plugin) de lo que no creo que haga falta avisar, pero esta vez la cosa ha sido un poco distinta:
He deshabilitado los comentarios.
Los chamizos voladores pasaban mientras los grillos sonaban.
Exacto.
Precisamente ésa es una de las principales razones: este blog tiene tan poco tráfico que quiero simplificarlo al máximo. Tener abierto un sistema de comentarios cuando hay sólo uno al mes es un derroche de recursos. Y cuando hablo de un comentario al mes me refiero a uno legítimo, porque no soy inmune a la cantidad de spam que nos inunda a todos, tengamos muchos o pocos lectores.
Si has escrito algún comentario en este blog a lo largo de los años que lleva abierto verás que ya no aparece. No he borrado ninguno porque los considero muy valiosos, todos ellos. Qué narices, a algunos os he conocido gracias a ellos. Así que los tengo a buen recaudo1. Los he ocultado porque no estaba claro cómo ponerse en contacto conmigo y muchos los estabais aprovechando como una especie de sistema de mensajería, así que había páginas con una ristra de comentarios que, en realidad, no aportaban nada a la página, no eran una conversación surgida a raíz de la misma. De hecho, llevo varios meses contestando a los comentarios por correo electrónico, sin publicarlos.
Mucho se ha escrito sobre la necesidad de ofrecer o no la posibilidad de comentar en blogs. Creo que el primer lugar donde leí sobre esa discusión fue en la entrada “Comments Off”, de Matt Gemmell. La verdad es que, en mi caso, no he seguido un proceso de razonamiento tan completo. Sencillamente, he visto que podía ahorrarme trabajo cerrando los comentarios sin por ello dejar de estar en contacto con aquellos que quiera comunicarse conmigo. Por ello he actualizado la página “Sobre mí”, incluyendo mi dirección de correo electrónico y mi cuenta de Twitter.
En resumen, un cambio para poder continuar.
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Si eres un poco enrea, podrás verlos examinando el código fuente de las páginas. ↩