La decepción de Firefly
Pedro me ha regalado Firefly. Además de para darle las gracias, tenía ganas de hablar de esta serie para explicar qué es lo que me ha decepcionado.
Para los que aún no la conozcan, Firefly es una serie de ciencia ficción creada por Joss Whedon. Lo primero que llama la atención de ella es que el futuro que imagina tiene muchos aspectos en común con las películas del oeste: la vestimenta, los forajidos, la guerra… incluso las armas. Aunque las fronteras son otras, se cruzan utilizando naves espaciales1. Empezó a emitirse en septiembre de 2002 y, once capítulos después, fue cancelada. Lo entiendo perfectamente.
He visto los capítulos de la serie en el mismo orden en el que fueron emitidos en Estados Unidos:
- The Train Job (2)
- Bushwhacked (3)
- Our Mrs. Reynolds (6)
- Jaynestown (7)
- Out of Gas (8)
- Shindig (4)
- Safe (5)
- Ariel (9)
- War Stories (10)
- Objects in Space (14)
- Serenity (1)
Obviamente, ver The Train Job en primer lugar no es la mejor de las ideas. Como David explicó perfectamente:
…el piloto original de la serie no les gustó. Creían que haría pensar demasiado a los espectadores, y ese no era el tipo de serie que pensaban que Joss Whedon les iba a crear”. Así que les dieron un fin de semana para hacer otro capítulo que abriese la serie. El resultado fue The Train Job2.
Sólo hay que fijarse en lo que pasó con el orden del resto de capítulos para comprender que no se puede encontrar una secuencia de acontecimientos que dé cohesión a la serie, a menos que el espectador ponga de su parte. Para eso, debe sentirse cierto aprecio hacia los personajes. Si el primer capítulo de la serie hubiese sido el emitido en último lugar es posible que la serie hubiese corrido otra suerte. Si no hay personajes sólo quedan las historias. Y no faltan en Firefly: desde las sutiles3 a las que merecen su propia serie4.
Tras ver estos once capítulos en el mismo orden en el que fueron emitidos me sentí profundamente decepcionado. Porque Firefly me gustó, pero lo que pudo ser me hubiese gustado mucho más. Si hubiesen permitido que Joss Whedon emitiese los capítulos en el orden que él quería, si Mal hubiese sido más sombrío, si el pasado de River, o el de Book, por poner dos ejemplos, se hubiese despejado un poco más, como estaba previsto, si… Son tantas las cosas que, de haber cambiado, hubiesen enriquecido la serie, que no sé si pensar en ellas es bueno o malo.
Tengo la impresión de que la mayoría de quienes se declaran enamorados de Firefly lo están, en realidad, de lo que hubiese podido ser. Al menos, es lo que me pasa a mí.