L-A-S-E-R
Germán me ha regalado un cachivache de lo más divertido: un lápiz óptico.
No sé si llamarlo así es correcto o no. Viene a ser como un ratón con forma de lápiz. Además, incorpora un puntero láser, lo que lo hace especialmente indicado para presentaciones.
Lo que me faltaba.
Enchufarlo y ponerse a funcionar ha sido todo uno, muy fácil. He tardado poco en dar lo mejor de mí mismo:
¡Tiembla, Luca!